Miércoles 28 de Agosto de 2019.
Hoy toca día de relax. Para empezar no hemos puesto ni el despertador, pero hemos dormido un huevo de horas. Ayer en el espectáculo había un mago que nos echó rápido para la cama porque era un petardo.
Nos hemos levantado pronto y hemos ido a desayunar en nuestro rinconcito de popa, al aire con la bandera. Sería perfecto del todo si estuviese Leonado DiCaprio, pero resulta que tenía un compromiso anterior. Antes hemos ido a reservar para cenar porque en este barco no hay turnos así que se lo monta uno a su manera. También hemos tenido que pillar turno para bajar a tierra porque estamos fuera del puerto.
Hemos bajado al puerto en un bote de esos borregueros pero lo cierto es que está todo muy bien organizado. La ciudad no vale gran cosa pero nos hemos dado un paseo por las tiendas y mercadillos, nos hemos tomado un frapuchino con helado, chocolate blanco y caramelo, y como había wifi y buena nos hemos apoltronado al fresco un rato. Por fin he podido subir el blog.
A la hora de comer nos hemos subido de nuevo al barco, hemos comido y ahora estamos en la piscina en la puta gloria. El agua estaba un poco fría pero al menos te quitas el calor.
Ha sido una risa subir al bote, pero aquí a diferencia de Indonesia, te ayudan a subir, pero sin propina, es decir, el culo no te tocan. Yo si llego a saber esto no me hubiese desplazado hasta aquí, pero la vida es dura.
Estamos alucinadas de lo caro que es todo aquí, pero como contrapartida, no nos sentimos extranjeras, la gente es súper amable en todas partes.
Para terminar el día hemos visto un espectáculo soberbio. La verdad es que el barco es cojonudo, tanto en organización, como en comida, como en espectáculos, eso sí se mueve mogollón y yo ya me he tenido que tomar la biodramina más de un dia.